Ya he comentado hasta ser cansino que los anfibios me parecen seres fascinantes; por sus formas, su ciclo vital y por representar el paso de los vertebrados de la vida acuática a la terrestre. Se desenvuelven en tierra firme y respiran mediante pulmones, pero su vínculo con sus antepasados -los peces- no los han roto, por eso han de volver al agua para reproducirse. Esta especie es bastante frecuente en todo tipo de hábitats y las templadas noches húmedas - como la de ayer- los estimulan para salir a buscar sus presas. Este ejemplar fue sorprendido anoche en las Sierras de Montánchez
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